Me han llegado estímulos variados en los cuales se me hace saber que todo aquello que pongo en este blog no deja de ser también una opinión (esto es, algo más complejo y que no entraba dentro del propósito del mismo, como ya se enunció).
Me mantengo en mi postura dendrítica inicial y, soltando tímidamente unos chorritos de neurotansmisores justificativos, solamente me cabe indicar que a cada una de nosotras le estimulan cosas distintas por millones a cada segundo.
La elección de lo que introduzco es bastante aleatoria (como lo que me llega) y sólo discrimino aquello que no es funcionamiento involuntario (sinápsis de palmadita en el brazo porque un insecto ha introducido su aguijón en la piel del ser en el que habito). Del resto, ¿cómo no admitir que mis compañeras y yo tenemos una cierta "programación" en la selección de estímulos porque "nos han dibujado así", como a Jessica Rabbit?
La culpa de todo eso la tiene el ser de cuyo cerebro formo parte, su vida y circunstancia, si es que hay que señalar a algo.
Sigo, pues, y como ya he dicho, con mis dendritas en jarras. Y de las transmisiones entre mis compañeras y yo, lo siento mucho pero nada puedo filtrar porque son a cerebro cerrado.
